Mucho sudor, mucho empujón...y luego no era para tanto

De rabiosa actualidad la historia de Shirley Valentine. Algunos recordarán la película. En estos días se puede disfrutar su representación con Verónica Forqué en el Teatro Maravillas de Madrid.

Producirá risas, pero también fuertes emociones que hacen escapar alguna que otra lágrima como ocurre con la realidad de cada día en nuestras propias vidas. Shirley vive en Liverpool, tiene 49 años, dos hijos y un marido con el que no habla, por eso se dirige siempre a la pared. Shirley tiene que tomar una decisión sobre el rumbo de su vida. Una decisión difícil y valiente. 

Tierna, a veces triste, así es Shirley. Pero sobre todo es una mujer vital, en un momento de redescubrimiento de sí misma y de los demás. 

Y en esa lucha, el aplauso cerrado del público corrobora que el esfuerzo mereció la pena.

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