Hacer lo contrario de lo que no da resultado
Esta crisis nos ha enseñado a poner en duda las ideas y consejos de expertos, de las llamadas agencias de calificación, de las asociaciones de empresarios. La corriente mayoritaria en todos estos ámbitos es que hay que reducir lo público a la mínima expresión. Esto incluye: reducir servicios propios del estado del bienestar, copago sanitario, reducir el número de funcionarios (incluidos médicos, enfermeras, maestros y profesores), bajar sus salarios, etc. Y estas ideas han arraigado en los politicos y en la sociedad general. Parece que nadie discute la necesidad de ser austero. Pero, estas agencias y expertos no sirvieron para predecir ni para detener el desarrollo de la crisis, ni están sabiendo hacerla desaparecer. Las medidas de control de gasto (o de inversión) no sirven. Todo está descontrolado: la prima de riesgo, las bolsas, las subastas de deuda, el déficit (aunque el nuestro sea menor que el de Alemanía), y el paro. Los países que han adelgazado lo público y el gasto (o i...